miércoles, 16 de marzo de 2011

EL HABITANTE



El Habitante (Pablo Moro)
Con los ojos llenos de historias que nunca ocurrieron,
por las aceras viejas de un barrio que no supo existir.
El calendario dice son tan solo doce eneros.
Y cada nuevo lunes va dejando cicatriz.

Yo ya estuve allí donde tú te escondes,
yo ya regresé de todos los atajos.
Nadie en la ciudad sabe su nombre,
pero es que en este rincón todos son extraños.

Y escucha discos de antes,
nunca se mira al espejo.
Le llaman el habitante.
Haz caso de este viejo:
Nada es tan importante.

Con los dedos grises, gastados y amarillos
Hartos de arañar el mundo y de liar cigarrillos.
Se afeita en una fuente, prepara el equipaje:
un dado, una camisa y un billete ¡claro! hacia ninguna parte.

Y escucha discos de antes,
nunca se mira al espejo.
Le llaman el habitante.
Haz caso de este viejo:
Nada es tan importante.

Escucha disco de antes,
nunca se mira al espejo.
Le llaman el habitante.
Haz caso de este viejo:
Nada es tan importante.
Nada es tan importante.
Nada es tan importante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario