domingo, 23 de mayo de 2010

REDUCIDA A CANCIÓN

A veces creo que Iván Ferreiro está dentro de mi cabeza. Soy sus canciones… cada canción, soy yo. Caóticas, incomprensibles a veces, melancólicas otras, coléricas, sensibles, tristes, alegres… un torbellino de sensaciones, contradicciones, palabras, letras, dudas, ideas… todo sin ubicar, todo vagando sin rumbo de neurona en neurona… Y todo soy yo. Y él debe tener el superpoder de meterse en las mentes, al menos en mi mente, lo mezcla todo bien, lo remueve y lo expulsa a chorros por su voz. Así, de esa forma que él lo hace, como si cada canción fuera casi un secreto, un enigma… indescifrable, de manera que las escucho y a ratos ni siquiera yo puedo entenderlas… pero también entonces me reconozco en ellas. Quizá, más si cabe cuando no entiendo. Será porque al final también así soy yo, a veces tampoco me entiendo a mí…

Picnic Extraterrestre... y yo, la que se cree complicada, compleja… quedo resumida, reducida a canción.


Y como ya pasó lo inevitable y no tengo ninguna canción favorita del disco porque todas son mis favoritas… no sabía cual poner por aquí, pero después de leer esto:

Estarás expectante por el final de la serie "Perdidos" ("Lost"), este fin de semana...
Iván: Estoy expectante y preocupado. Quiero que tenga un buen final. Ojalá llegue un pedazo de capítulo final que sea antológico.

… He pensado que hoy ésta es la mejor canción para todos aquellos que nos vamos a levantar de madrugada (yo ya tengo puesto el despertador ;) para seguir el final, esperemos que "antológico", de LOST :D


viernes, 14 de mayo de 2010

LA HORA DE LOS GIGANTES

Siempre se produce un momento patético pero agradable en el que pienso que mis sueños pueden hacerse realidad. En ese momento creo en lo imposible
(Mathias Malzieu, La mecánica del corazón)


Tengo ratos, tengo momentos, en los que creo que puedo comerme el mundo… y hasta de un solo bocado si me apuras.
Ese momento, “patético pero agradable”, yo lo he visto caminar a paso decidido alguna mañana temprano y, también, pasear despacio alguna noche. No, claro que no, no en todas las mañanas ni en todas las noches te puedes encontar con ese momento, sólo algunas y sólo por un rato… ¡Hay que saber reconocerlo rápido!
Uno no puede pretender comerse el mundo a las 12 del mediodía, cuando éste ya está siendo mordisqueado por todos y solo quedan migajitas que nadie quiere…
Sin embargo, temprano, por las mañanas (algunas mañanas), el mundo está nuevecito y sin estrenar, a veces creo ver hasta el papel de regalo que lo envuelve, ahí… justo ahí, sí puedes decir: hoy el mundo es para mí y nadie me lo va a quitar.
O tarde, muy tarde, por las noches (algunas noches) cuando el mundo ya está tan viejito... a punto de morirse un día más. Cuando ya nadie lo quiere, cuando ya nadie pelea por él… entonces veo la oportunidad y pienso que yo, como Iván Ferreiro, también “reconozco un buen momento cuando todos lo han dejado”.

No me cuesta madrugar, nunca me ha costado, no me levanto enfadada ni con mal humor, sólo me levanto… sin más… Pongo un pie en la calle y si él llega, si se produce, en seguida lo reconozco, de inmediato sé que es ese momento y pienso: hoy han puesto el mundo sólo para mí.
Respiro hondo ese aire que huele a limpio. Me gusta el aire por las mañanas es como si acabara de ducharse y yo respirara el perfume de su jabón, huele a bebé, a mundo recién nacido… Ese rato, los pájaros cantan para mí, los coches se paran para que yo pase, ese periódico lo han dejado para que yo lo coja…
Es mi momento, ese momento “en el que pienso que mis sueños pueden hacerse realidad”.

Tampoco me cuesta trasnochar, no me entra sueño aunque haya madrugado el día anterior y si hay que pasarse la noche en vela, se pasa y punto. A lo mejor por eso, también he sabido encontrar ese momento en las calles oscuras y sin gente, cuando todos están durmiendo y nadie se da cuenta de lo que pasa por fuera de las persianas bajadas, cuando no hay ojos mirando… me siento casi como una ladrona, voy a robar el mundo sin que nadie se dé cuenta.
Esos ratos “creo en lo imposible”.


Y ahí, en medio de mi momento, me siento muy grande, gigante... y mientras cojo fuerzas para darle un gran bocado al mundo, oigo cantar a Coque Malla en mi cabeza "Ven a fuera a comerte el mundo, no te preocupes todo sigue su curso. Es la hora de los gigantes y no queda sitio para nadie más"

miércoles, 12 de mayo de 2010

HACE UN AÑO...

... Sí, parece mentira pero ya hace ya un año.

Recuerdo aquel día. Yo estaba haciendo las prácticas de Derecho en un despacho de Madrid, había ido a los Juzgados de Plaza Castilla a preguntar por unos papeles extraviados y al volver, ya casi en la calle donde estaba el despacho, el abogado que me acompañaba señaló la cara de Antonio Vega en la portada del periódico que llevaba en la mano.
- ¡Qué lástima! Tú ni siquiera lo conocerás... - me dijo
- ¿Cómo no voy a conocer a Antonio Vega? ¡Claro, claro que lo conozco! -interrumpí yo
- Pensaba que... por la edad... eres demasiado joven, él es más de mi epoca. A mí me gustaba... ¿sabes?
- A mi padre también, supongo que por eso lo conozco yo... aunque no sea de mi época
Él sonrió y repitió - Es una lástima... - mientras sacaba las llaves para abrir la puerta.

Creo quise decir, "sí, lo es" o alguna afirmación parecida, pero no dije nada. No dije nada porque me dio miedo que al abrir la boca se me desabrochara, sin querer, el nudo que llevaba yo bien atado aquella mañana en la garganta...

...pero hoy, un año después, he decidido que no me voy a poner triste al acordarme de Antonio Vega... Si ha sido sólo poner su nombre, darle al intro y han salido tantos y tantos en los que él sigue vivo, ¡mirad bien, estad atentos... SIGUE AQUÍ!













martes, 11 de mayo de 2010

LEYES DE MURPHY

Hace unas semanas parecía que había llegado el buen tiempo, hacía calor, había que ponerse las gafas de sol o ir con los ojos engurruñados por la calle, se podía hacer la sobremesa en el jardín en vez de dentro de la cafetería de la Uni… me creí que ya estaba aquí el verano y esto hizo que me levantara una mañana y dijera “vamos a reorganizar el armario”: camisetas de manga corta, tirantes… todas a mano que ha llegado vuestra época. Botas, jerseys… arriba del todo que este invierno buen uso os he dado ya.


Justo al día siguiente de mi reorganización, por una Ley de Murphy meteorológica que debe existir, volvió el frío (debe ser la misma que hace que la gente diga “siempre que lavo el coche, llueve”)... así que me levanté a la mañana siguiente y dije “nada de manoletinas, ¿dónde están las botas?” y ¡claro! como las botas no bajan y suben solas del armario, seguían estando allí arriba donde yo las coloqué… en un momento de coherencia me dije a mi misma “no llegas, ve a por un taburete o algo para subirte” pero luego mi neurona-vaga decidió que no, que si me estiraba un poco… quizá... rocé la caja de las botas con los dedos, me estiré más, ya casi la podía coger, me estiré más (de hecho, creo que crecí al menos un par de centímetros de tanto estirarme) "la tengo"…tiré de ella y “pataplún”... cayó la caja, las botas, una carpeta que, también por algún tipo de Ley de Murphy, estaba abierta… y ¡todo esparramado por el suelo!


¡No sabéis que lejos estaba el suelo ese día! Tened en cuenta que yo había crecido un par de centímetros, lo mínimo…
Mientras bajaba hacía el suelo, pensé (sí, claro desde mi altura de 1’63m, más el par de centímetros que había ganado, me dio tiempo a pensar mientras me agachaba) “que es eso que sobresale de la carpeta” y cuando, por fin, llegué al suelo, se me olvidó que lo que yo quería en realidad era coger las botas y lo primero que cogí fue eso que salía de mi carpeta roja… y allí estaba él: ¡¡¡MI PRIMER DISCO!!! (de vinilo, ¡que mayor soy!) Te huelen los pies de Emilio Aragón… estuve un rato sentada tipo indio sonriendo al disco, al Emilio Aragón de la portada, a la Cristina de tres o cuatro años que lo escuchaba. Era bien pequeña y me sabía al dedillo todas sus canciones y, aunque dudo que la entendiera por la edad, siempre tuve especial cariño a 422 de Berlin.

¡Qué ilusión más tonta me ha hecho reencontrarme con ese disco, reencontrarme con mi yo pequeñita!


Cuando lo he colocado otra vez todo arriba del armario, he metido el disco en la carpeta y la he dejado abierta… porque seguramente cuando vuelva a cambiar el tiempo y vuelva a subir las botas, mi neurona vaga podrá con las demás y lo intentaré colocar estirando mucho el brazo, seguramente lo tiraré todo, seguramente saldrá disparada contra el suelo la carpeta, seguramente le echaré la culpa al pobre Murphy (que no se queja) de que la carpeta siga abierta, seguramente volveré a sonreír al reencontrarme con mi primer disco, con mi yo de niña... conmigo misma al fin y al cabo, porque tanto tanto no he cambiado… sigo teniendo un cariño especial a Emilio Aragón y sigo sabiéndome 422 de Berlín igual de bien que me las sabía entonces…


domingo, 9 de mayo de 2010

TRÍO DE ASES

¡Vaya días más intensos! Con acontecimientos muuuuy alegres y con otros no-alegres, peeero antes de ponerme a escribir he decidido pasarlo todo por el colador del blog y, al final, aquí quedan guardados solo los alegres…

El jueves estuvimos en el concierto del señor Sanz, que lo hizo tan bien que casi me rompo un dedo aplaudiéndole (sí, sí, reíros… pero tendríais que haber visto mi dedo morado)
Nuestro asientos estaban lejos… pero lejos lejos… allí donde termina el Palacio de los Deportes :D Pero cerca o lejos era un concierto y lo vivimos como tal… como una fiesta, casi como si hubiésemos estado en la “zona paraíso” ;D
Siempre merece la pena ir a un concierto de Alejandro, a pesar de que el precio de las entradas sea cada vez más desorbitado.

(¡qué gran zoom tiene mi cámara! jeje)


El viernes, Rafa Pons volvía a Madrid (a Búho Real) y nosotras volvíamos a verle (¡por supuesto!) Esta vez llevábamos “secuestrada” a Cris (otra “amiga-víctima”, como suele decir el propio Rafa jeje)… y creo que se lo pasó bien, porque aunque no conozcas de nada su música (bueno ella algo la conocía, ya nos habíamos encargado de ello jeje), los conciertos de Rafa son muy divertidos para todos, para los que vamos siempre (que yo somos unos “muchos”) y para los que van de nuevas… y además, él consigue caer bien a la segunda palabra que ha pronunciado y tiene al público de su parte desde la primera canción (¡qué facilidad para meterse a la gente en el bolsillo!).
Pues eso, como ya es costumbre en los conciertos de Rafa, pasamos un gran rato cantando, bailando, riendo con él…
Esta vez presentó una canción nueva Estupefacientemente (ya lo sé, sólo el título ya es genial…) y demostró que sigue haciendo canciones-joya.
Sólo nos queda esperar con muchas ganas que llegue el tercer disco y esperaremos también que vuelva por aquí (Galileo en Junio) y allí estaremos otra vez, porque no hay que perder las buenas costumbres, sobre todo, si son tan divertidas como los conciertos de Rafa.

(Además de ser secuestrada, fue la fotógrafa... hizo fotos tan chulis como ésta)


Y el sábado le tocaba el turno a Quique González (¡conciertos tres días seguidos!) y ¡claro! con esto de que a Alejandro le escucho desde que no levantaba ni un palmo del suelo y de que de Rafa somos totalmente incondicionales venga el día que venga y a la Sala que sea… a Quique le tenía un poquito en la sombra, tenía muchas ganas de ir a verle, pero supongo que estaba un poco “deslumbrada” por los dos días anteriores… Sin embargo, al primer sorbito de su “daiquiri” ya el concierto cogió altura… mucha altura… tanta, que salió por encima del Palacio de Congresos y ya era él el que deslumbraba todo. Creo que, al menos por esta vez y desde que a eso de las nueve menos cuarto sonara la primera canción, el de Quique se convirtió en el mejor de los tres conciertos que he vivido esta semana…
Quique apenas habla y aún así… Supongo que canciones como las suyas no necesitan ni siquiera presentación.

Ayer también, reafirmé mi idea de que la música de Quique es adictiva, salí del concierto con ganas de más canciones, como me pasó la primera vez que le vi, como me pasa cada vez que escucho sus discos… El primer paso es admitirlo: soy adicta… quiquegonzalezmente hablando ¡claro!

jueves, 6 de mayo de 2010

FARENHEIT 451

A mí tampoco me ha gustado el video, pero la canción cada vez me gusta más, así que supongo que no, no "tenemos guerra declarada"


Supongo que... una vez más: Iván y como plasmar un estado de ánimo en tan solo 4 minutos... ¡es único haciendo eso!

Esta canción en concreto, me recuerda un poco a Ciudadano A. No por el tema (nada que ver), sino por la rabia acumulada que se entrevé en las dos canciones, hasta noto en las dos el mismo tono de cabreo en la voz de Iván...

El caso es que él consigue transformarme con cada canción... reír, soñar, ponerme triste, echar de menos, enfadarme...

"lo siento, no puedo evitarlo, de verdad que no puedo evitarlo"

miércoles, 5 de mayo de 2010

EMILIO DURÓ

Esta mañana he llegado pronto a mi casa y estaba totalmente decidida a invertir el tiempo, que de otro modo hubiera dedicado a compartir palmeras blancas en la cafetería ;), a terminar un trabajo, organizar unos apuntes, leer algún manual… en fin, a “algo de eso” que tenemos costumbre de hacer los universitarios a medida que vamos tachando días en el calendario y vemos que la entrega de trabajos, las exposiciones, los exámenes están peligrosamente cerca.
Pero, como estaba benevolente conmigo misma :D, me he dejado un ratito libre para darme un chapuzón rápido por esos lugares interesantes que tiene Internet. He leído un par de correos, he mirado la programación de este mes de Galileo (porque aunque me la envían por correo, yo siempre la miro también en la página… no sé… manías que tiene una) y en mi recorrido internauta he entrado en la web de Albert Sans y me he dado un agradable paseo por allí, he escuchado alguna canción (Pon tú el título cada vez me gusta más... “tenía los ojos marrones más azules de este lao del mundo...” ;)
Y entonces he visto, a mano derecha en pequeñito: “BRUTAL” y un enlace a un video, sin más descripción y sin más nada de nada. Esa misma palabra y ese mismo enlace me han debido pasar desapercibidos en otras visitas a la página de Albert, pero hoy me ha llamado la atención… mi curiosidad ha hecho el resto, ¡claro! le he pinchado…

Emilio Duró – Optimismo e Ilusión
Y debajo de este título, un video con la imagen de un señor con traje y corbata y con una mueca parecida al inicio de una sonrisa.
… PLAY…
Una pantalla azul y letras blancas: VI Congreso do Comercio Galego. Luego, un hombre presenta la tercera ponencia del día, “coeficiente de optimismo y mejor manera de sobrevivir a los tiempos de crisis”.

Aquí, lo reconozco, he pensado “¿qué es esto?” y he estado a punto de quitarlo, reconocedme que no pintaba bien del todo… esa mezcla entre ponencia, congreso, comercio, gente trajeada… te induce a pensar seriamente que aquello va a ser un rollazo. Menos mal que he aguantado lo suficiente (unos dos minutos) como para empezar a escuchar a Emilio Duró… eso sí, cuando él ha empezado ya no me he podido despegar de la pantalla en las casi dos horas de ponencia :O

Casi desde el principio me he dado cuenta de que lo del Congreso del Comercio era solo una excusa y de que Emilio Duró tenía ganas de hablar de la vida…
Sus palabras me han parecido una buena inyección de energía, de hecho, solo verle a él un rato y me han entrado ganas de dar esos pequeños saltitos que da él durante la ponencia.
Además, hay que reconocer que Emilio Duró tiene un fantástico don de gentes, cae bien desde el principio, consigue hacer reír y reflexionar sobre temas serios a la vez, interactúa con la gente… (yo estaba al otro lado de la pantalla y me he sentido dentro de la conferencia ¡con eso digo todo!)

A mí a veces me viene bien que me recuerden esas cosas de las que habla Emilio Duró, que a lo mejor ya sé, pero que se me olvidan. Me viene bien un toque de atención de vez en cuando, un "¡oye no te duermas!"... esta vez, ha sido Emilio Duró el que me ha espabilado y me ha hecho tomar el rumbo, no se puede vivir “colgada al suelo simplemente, manteniendo un rumbo inerte” como decían Los Piratas.

Emilio Duró - Optimismo e Ilusión (1 de 2) from Optimismo e Ilusion on Vimeo.

Emilio Duró - Optimismo e Ilusión (2 de 2) from Optimismo e Ilusión on Vimeo.


Y para rematar, la conferencia acaba con la canción perfecta...


Al final esta mañana no he hecho nada (o al menos, nada de lo que tenía previsto hacer), pero aunque parecen dos horas perdidas, han sido dos horas necesarias para la previa puesta en marcha de todo el engranaje… ahora sí, estoy lista para ponerme manos a la obra CON TODO, con muchas más ganas que si lo hubiera hecho directamente esta mañana.