MIS DÍAS FAVORITOS

Por todos es sabido, queridos (dos) lectores (quizá con dos he exagerado un poco, dejemoslo en "querido lector" o, mejor queridos "números binarios" sí sí porque yo dí "técnicas de la información" en bachillerato y me dijeron, y lo recordaré siempre, que todo este tinglao funcionaba por números binarios...) a ver que me disperso, el caso es que todos sabéis que me gustan y mucho los conciertos y si son de Rafa Pons más todavía.

Ayer estuvimos en un concierto del señor Pons así que ya os imagináis (ahora me imagino a unos y ceros asintiendo con la cabeza: "sí sí nos imaginamos", en fin, mis neuronas-opositoras haciendo de las suyas) que hoy yo estoy feliz de la vida con mi, popularmente conocida, sonrisa post-conciertil.

Pero es que ayer pensé que, no sólo me gusta el concierto en sí, me gusta todo lo que le rodea. A ver si me explico.

Me gusta ir a cenar todas juntas nuestra correspondiente hamburguesa en "Don Oso" (anteriormente otras hamburgueserías/cafeterías de la Calle Cea Bermudez que han quedado desterradas desde que mi prima Bea nos descubrió las hamburguesas del "Don Oso" en la calle Donoso Cortés).

Me gustan las conversaciones pre-concierto. Y me encanta que mi prima Isa cuente batallitas de conciertos anteriores (sí, batallitas en plan abuelos, porque ya tenemos una larga trayectoria conciertil...). Me gusta, a pesar de que siempre son las mismas y de que ya todo el mundo se las sabe de memoria, me gusta a pesar de eso porque al recordarlas, se me vienen a la mente con ellas, otras épocas de nuestra vida, de nuestra historia-personal, de aquel momento..., de aquella vez que..., de ese día que dijiste..., ¿te acuerdas cuándo...?, del día que pasó aquello otro, de cuando hicimos aquella cola en Galileo y..., de cuando nos grabaron y salimos en el DVD de Luis Ramiro, de cuando pasamos tanto frío en la puerta de Barcelona8 y aún así..., de cuando nos sentamos en aquella mesa que... y fuimos a aquel sitio donde estaba...

Me gusta, primero porque son todas historias felices (la mayor parte de ellas en realidad son bastante cómicas) y, no nos engañemos, a mí siempre me han gustado las historias felices. Segundo, porque seguimos aumentando el número de historias y gran parte de ellas, siguen teniendo a las mismas protagonistas. Hay nuevos fichajes y fichajes de calidad, todo hay que decirlo. Pero me gusta especialmente compartir historia-personal con mis primas. (Ay! los primos, esos amigos y familia todo a la vez, qué gran especie, qué gran invento). Los primos son de lo mejorcito que existe y yo... tengo un montón! (soy una afortunada, lo sé lo sé).

Me gusta también coleccionar las entradas de Galileo.

Me gusta decirle a Domingo que tengo mesa reservada (soy fan de Domingo, él no lo sabe pero sí, de hecho, soy fan de todos los que trabajan en Galileo por lo majos que son y lo bien que se portan siempre con nosotras...). Me gusta andar detrás de él con su libretita en la mano, intentando adivinar que mesa nos toca esta vez.

También me gusta ver la mesa con nuestras coca-colas o mixtas y los kikos, panchitos... y, mención especial en honor a Bea, las galletitas saladas de Galileo, las mejores del mundo mundial!!

Y que den las 10 (porque dicen a las 21:30 pero todos sabemos que hasta las 10 no se empieza jaja) y que salga Rafa al escenario. Y reconocer a los músicos. Comentar que hoy no ha venido Berenguer. Que a Blanca le gustan las botas de aquel ;). Que Rafa diga "fortuna ven ven" y mi prima Isa me mire porque... ella y yo sabemos porqué. O que cante Algo de tiempo y que Bea y yo continuemos la frase "yo elijo estar contigo" con aquel famoso "NO BICHO". Que Santi haga corazones en Un poco idiota.

Me gustan todos los conciertos y si son de Rafa MÁS. Aunque ayer Dusan tapara la voz de Rafa con la guitarra. Pero le perdonamos porque Dusan toca muuuuy bien y porque, según decía Rafa, "no hay que tomárselo en Serbio".

Creo que los días de concierto son de mis días favoritos.