SIN PLANES

Llevo unos días obsesionada con “los planes”…
Todo el mundo tiene “planes”... planes de algo, para algo…
Planes de futuro, planes de vida…

Tengo una compi que dice “hay que tener preparado un plan B y un plan C por si falla el plan A”
Y yo, indecisa de nacimiento, no tengo ni plan B ni plan C… ¡ni siquiera tenía un plan A!
Así que me lo propuse, era un reto personal…tenía que encontrar un plan A, al menos uno (a mi muy desarrollado gen de la indecisión no se le pueden pedir varios planes al mismo tiempo…así que dejemos aparte las demás letras del abecedario) ... ¡y lo encontré! (no hay nada como proponerse un reto a una misma)

Pero hoy el plan parece que tiene alguna lagunilla (quien dice lagunilla, dice lago Ness)

Supongo que tampoco es tan malo no tener objetivos, decía Kapúscinski:

“Por lo general se cree que tener un objetivo marcado es algo bueno: que la persona sabe lo que quiere y que lo persigue; por otra parte, sin embargo, tal situación le impone unas anteojeras, como la de los caballos: ve única y exclusivamente su objetivo y nada más. Y ocurre, por el contrario, que lo que está más allá, lo que se sale del límite impuesto en amplitud y profundidad puede resultar mucho más interesante e importante” (Ébano, Ryszard Kapúscinski)

Pues eso... sin objetivos, sin planes, sin anteojeras...

(me gusta mucho este video =)