viernes, 4 de marzo de 2011

VIAJES EN EL TIEMPO

En un capítulo de Como conocí a vuestra madre se lamentaba Marshall de no poder viajar en el tiempo. Pues voy a contar un secreto: creo que yo lo he conseguido. Sssshhhh...
Nada de máquinas ni modernos aparatos tecnológicos. La clave son personas. Ciertas personas consiguen que me mueva por el tiempo sin levantarme de una silla.

Sin ir más lejos el otro día, podría haber estado viviendo en una noche de hace tres años o en una de dentro de tres años y yo sin darme cuenta.
Tengo la suerte de formar parte de un extraño puzzle de seis piezas (muy variopintas todas) que al juntarse forman una especie de cápsula aislada del mundo espacio-temporal.
Y entonces da igual que no te hayas visto en meses o que te veas día a día porque desde el primer saludo… ¡paff... batacazo al tiempo! y podríamos estar de nuevo en el 2008 sentados en un vips (o en un chino, o en una cafetería) riéndonos por… por cualquier cosa. Porque, sin duda, la risa es nuestro pegamento
Y me gusta creer que podríamos estar también en algún día del 2014 y estaríamos igual, riéndonos por las mismas bromas, los mismos gestos, las mismas palabras, las mismas tonterías… y por otras nuevas (sí, nos vamos actualizando).

¡Me encanta mi cápsula! Aparte de la maravillosa experiencia de los viajes en el tiempo (a Marshall le encantaría) lo bueno de la mía es que, aunque nos cuesta juntarnos por esto de que estudiamos, trabajamos, trabajamos y estudiamos, opositamos, etc. etc., cuando por fin encontramos el hueco y conseguimos reunirnos podemos jugar con el tiempo a nuestro antojo y somos capaces de vivir un año entero en una noche.

Las seis piezas son fundamentales, no funciona igual si falta tan solo una. No nos importa, se pueden agregar más, siempre hemos sido un puzzle abierto pero no puede faltar ni una de las piezas primigenias.

Lo curioso de este puzzle-cápsula, lo hablábamos en Atocha las piezas rezagadas esperando su tren, es que nadie nos juntaría a primera vista. Tan diferentes todos y sin embargo… a lo mejor por eso encajamos también. Son nuestras diferencias las que más nos acercan. Mi puzzle está lleno peculiaridades y son éstas las que lo hacen único.

"Un momento en una agenda, una décima de segundo más..." (Antonio Vega)

1 comentario:

  1. Si fuera un puzzle Álvaro sería una pieza muy grande y los demás seríamos piezas pequeñitas jajajajaja

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