FELIZ DÍA DEL LIBRO

Este 23 de abril he hecho un experimento y me ha salido taaaaaan bien que pienso repetirlo el año que viene y probablemente el siguiente y el siguiente... De hecho, quiero ser "popularmente conocida" por el experimento del 23 de abril del 2012 =)

He repetido esa frase, la que da título a esta entrada, decenas de veces: FELIZ DÍA DEL LIBRO. FELIZ DÍA DEL LIBRO. FELIZ DÍA DEL LIBRO. Y a cada persona que mandaba la mencionada frasecilla (ha sido todo vía correo/facebook) le regalaba una trozo, un párrafo, un fragmento, un pedacito de un libro.

Las reacciones han sido estupendas. A cada cual mejor. Yo temía que el pensamiento generalizado fuera "¿y a ésta ahora que neura le ha dado?". Pero no, no ¡qué va!. Ha habido muchos agradecimientos y palabras bonitas. Y varias personas (más de una y menos de cuatro jeje) me han dicho algo que me ha parecido de lo mejor que le pueden decir a una: "me has alegrado el día". Yo he alegrado un día, que orgullosa, que grande me he puesto cuando lo he leido, he engordado dos kilos al menos. No sabía que yo podía "alegrar días". La iniciativa era mucho más modesta. No pretendía alegrar días, pretendía solo... no sé muy bien que pretendía, pero no tenía grandes pretensiones, eso seguro.

Quizá, era sólo un modo de decir a cada persona a través de su correspondiente pedacito literario: "gracias". Sï, eso era: un gracias. Gracias por formar parte, de una forma u otra, de los "personajes" que dan color a la "Novela personal de Cristina" (yo misma). Sí, era un poco eso. Seguro me han faltado muchísimas personas que deberían haber estado en la lista y se me han escapado, a ellas un "lo siento" y el año que viene sin falta recibiréis vuestra porción de libro :) Pero todos los que lo han recibido, lo tenían que recibir y todos se merecían su "gracias" en forma de fragmento literario.

No penséis que ha sido al azar, éste trozo para ti, éste otro para ti. ¡Nada de eso! Cada trocito tenía un dueñ@ y no he repetido casi nada. Porque cada persona es diferente y están, de alguna forma, relacionadas (para mí) con el trocito de libro que les ha llegado.

Pero si me dejáis, el más especial ha sido este pedacito que he compartido con alguien muy muy importante y que, además de ser mi tía, ha sido una de las personas que más me ha contagiado la pasión por la literatura.

Aquí os dejo ahora el trocito que os digo y lo comparto con todos vosotros también:

“En una ocasión oí comentar a un cliente habitual en la librería de mi padre que pocas cosas marcan tanto a un lector como el primer libro que realmente se abre camino hasta su corazón. Aquellas primeras imágenes, el eco de esas palabras que creemos haber dejado atrás, nos acompañan toda la vida y esculpen un palacio en nuestra memoria al que, tarde o temprano -no importa cuántos libros leamos, cuántos mundos descubramos, cuánto aprendamos u olvidemos- vamos a regresar”. (Carlos Ruíz Zafón, La Sombra del Viento)

Para mí ese primer libro fue Caperucita en Manhattan (Carmen Martín Gaite) y, la primera vez ni siquiera lo leí yo, y fue una suerte ¿sabéis por qué? Porque esos paisajes, esas imágenes, esas palabras que según dice Zafón me van a acompañar toda la vida, yo las recuerdo con la voz de mi tía. Sentadas las dos, ella y yo, en el suelo de la casa de mi abuela. Hoy ha sido a ella a la primera que le ha llegado su trocito. Porque, sin duda, tenía que ser para ella.

Hoy me despido con ese fragmento que os dejo para TODOS (con que seáis un par ya me vale ;) y os digo también a vosotros lo que hoy he repetido tantas veces:

¡¡FELIZ DÍA DEL LIBRO!!

¡¡FELIZ SANT JORDI!!

P.D.: Al margen de los libros, hoy le cae un añito más a Luis Ramiro y EN CLAVE DE BLOG le desea un felicísimo cumple =) ¡¡Lo celebramos el 18 de mayo en el Teatro Fernán Gómez!!