miércoles, 31 de marzo de 2010

GALILEO: EL TEMPLO DE LA MÚSICA

Como llevo algún tiempo sin pasarme por aquí… hoy voy a condensar en una entrada tres…


Primera entrada: este mes va todo de cosas “pequeñas” (debe ser por eso de que a Eurovisión va “Algo pequeñito” que aunque todo el mundo dice que es malísima yo le he encontrado su punto jeje) …
El caso es que si hace unos días hablaba de fracasos pequeños, ahora tengo que hablar de una “decepción pequeña”. Vamos a dejar al causante de la misma en el anonimato, aunque estoy convencida de que entre el reducido círculo de mi blog y yo misma quedaría en absoluto secreto :D, pero por si acaso…
Supongo que es solo que en ciertos momentos una se da cuenta de la importancia de los gestos, de los detalles, de la entonación con que se dicen las cosas, de cómo pueden reflejarse las ganas de hacer o no hacer algo en las miradas… lo importante no fueron tanto las palabras, que podrían haber sido casi las mismas, como lo que no fueron palabras y sí formaron parte de la “pequeña decepción”. Pues eso, mientras me dure el enfado (también pequeño) he decidido quitar su disco de mi lugar privilegiado de la habitación (sí, ya veis mis venganzas son terribles :P)


Segunda entrada: yo siempre he sentido una magia especial en Galileo (será por eso de que es "El Templo de la Música"), una magia que llega casi casi hasta la salida del metro Islas Filipinas, que anda por toda la calle Cea Bermúdez y que, si uno se para un rato, puede verla salir a borbotones por la puerta del número 100 de la Calle Galileo.


En la Sala Galileo todo parece tener un encanto especial, hasta las sillas y las mesas parecen sonreír. Nunca me había preguntado de dónde salía tanta magia, ayer descubrí que gran parte de la culpa-mágica la tiene la gente que trabaja allí. Así que mando uno de mis más sinceros“gracias” a todos ellos y muy especialmente (y ahora sí voy a decir nombre) a Domingo por su simpatía, por su atención... por darle magia a Galileo.



Tercera entrada: ¡FELICES VACACIONES! Espero que no nos haya timado el hombre del tiempo y que de verdad haga muy muy buen tiempo por el Mediterráneo porque allá me voy yo a comer helados, llevar gafas de sol, pasear por la playa, tostarme al sol… “llegó la hora de cambiar asfalto por mar” :D


2 comentarios:

  1. Hacía mucho tiempo que no pasaba por aquí. Bueno, en realidad, hacía mucho tiempo que no pasaba por ninguna parte.

    En cuanto a lo que dices sobre las "pequeñas decepciones", estoy de acuerdo contigo. La mayoría de las veces lo que nos lleva a esas pequeñas decepciones son los "pequeños detalles". Para mí, a pesar de su tamaño, los más importantes.

    Espero que disfrutes de tus vacaciones y que todo vaya mejor que bien. Un abrazo!

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  2. Ya entiendo tu pequeña decepción.....yo no iria a verle a ningun concierto más!!!!hombre yaaaa!!!!a ver q se piensa!!!!
    es cierto que un pequeño gesto, una simple mirada puede hacer más daño que cualquier puñetazo en el estómago...lo hemos hablado muchas veces...ayyss en fin

    AAAAy mi duquesaaaaaa!!!!!!que haria sin ti??????

    cuuuuuuaaakkk

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