martes, 1 de mayo de 2012

DETALLES

Hemos estado aquí:

27 de Abril de 2012 en Búho Real.



¡cómo no!



Y tengo quejas, pocas, pero quejas (escandalizaos, tengo quejas y estoy hablando de un concierto, y encima de Rafa Pons, ¿qué está pasando?)

1. De Rafa no. De Rafa no tengo queja, porque si digo algo malo de Rafa, estoy segura de que alguna amiga me llamaría para avisarme de la "suplantación de mi identidad" en el blog ;)
Pero si quiero decir (no es una queja de verdad, es queja un poco de broma…) que yo quería que cantara Buenos Aires :) y no, no la cantó, pero bueno a ver si en el siguiente…
Y también que acabó más pronto de lo habitual, y a mí ya se me hace corto habitualmente así que… :)
¡Ah! y que se echa de menos a Santi Noriega siempre que no viene, porque nadie "dibuja corazones" como él en Un poco idiota.
Por lo demás un placer seguir escuchando las canciones de Rafa (nuevas, antiguas, inéditas) en directo.

2. Del público (de una parte del público) tengo mis quejillas (es un poco raro dado que yo también era público y quejarse de una misma tampoco es muy coherente, pero a ver me explico…).
Ya dije en alguna entrada que en los conciertos de Rafa hay público de lo más variado. A mí me gusta ese público tranquilo que está callado y susurrando bajito la canción y aquel otro que está bailando y cantando la canción a gritos. Me gustan los dos tipos.
Yo estoy en un nivel intermedio. No soy muy gritona pero grito ese trocito de “y por el ascensor suena Quique González”. Y no soy muy bailarina pero bailo (porque es casi obligatorio jeje) la "complicada" coreografía de Malaputa.
Pero en el del otro día había un sub-apartado de público (desgraciadamente demasiado cerca nuestra. Pero demasiado de verdad, invadiendo mi “espacio vital” podríamos decir ;) que no era ni uno ni otro, un sub-apartado que ya había visto yo en otros conciertos (recuerdo especialmente un concierto de Luis Ramiro en el que el propio Luis tuvo que pedir silencio para cantar una canción) pero que en éste, quizá, por la cercanía me parecieron más molestos que de costumbre. Es ese público de la categoría: "hablo aquí en voz alta de lo que me da la gana y me da bastante igual lo que está cantando ese que está subido al escenario". Y aahh eso sí que no. Ese público no me gusta. Me parece bien que salten, bailen y griten los estribillos (y hasta no me importa que invadan mi espacio vital en momentos de emoción, léase, voypersiguiendoalaluna). Pero NO NO y NO que hablen mientras Rafa está cantando, que cuente él alguna anécdota de las suyas y ellos estén gritándose entre ellos sin escuchar a Rafa. NOO! Ese público no me gusta. A ver, que todos comentamos ¡claro!, estás en un concierto no en misa, pero no puedes comentar de forma que se te oiga más que al cantante. O al menos, no puedes comentar de forma que se te oiga más que al cantante durante la mayor parte del concierto (una vez pues bueno vale, no pasa nada).Y es un público que seguramente hay en todos los conciertos, pero entendedme en el Palacio de los Deportes no se nota, pero en Búho se nota mucho. Así que sacadme el libro de reclamación de  “públicos” que aquí dejo mi queja :)

3. Búho. No es queja es un pequeño matiz. Búho está bien, es una sala bonita, acogedora y la gente que trabaja allí es maja… pero es que como Galileo ¡ningún sitio!…
Son pequeñas tonterías y detalles pero una, que tiene ya una larga experiencia conciertera, compara y va poniendo poco a poco más y más puntitos positivos a Galileo ;)

Ejemplos reales:
Entras en Búho y dices “puedo poner esta silla aquí” y la contestación es “no, es que tapas el pasillo (que bueno vale lo entiendo, no pasa nada… a pesar de que no terminábamos de ver que tapábamos)” seguido de un “poneros dos allí y dos aquí (hombre qué quieres que te diga, a mi me gusta ver el concierto con la gente con la que he ido y no cada uno en una esquina, llámame exigente)”. Muy educadamente todo eso sí ¡eh! que es que de pronto lo he leído y suena mal… y no, no, para nada. Ya os digo que son pequeños detalles… y que Búho, en general, es un sitio muy chulo.

Pero a lo que iba de los detalles… Parecida situación en Galileo. Llegas y dices “bueno es que reservé para cinco pero hemos venido seis, porque en fin…” Y Domingo (creo que debería hacer una entrada para Domingo solo :) te dice “¡¡aayy!! a ver venid por aquí” y le sigues con su libretita y coge sillas y nos sienta a las seis juntas. Es más, yo he llegado y he dicho “no reservé hemos decidido que veníamos tarde, pero nos quedamos aquí de pie…” y Domingo nos ha acoplado en un huequito para que viéramos bien y estuviéramos sentadas. Que sí, que a veces es imposible y te tienes que quedar de pie en un rinconcito sin molestar mucho, pero en general…  ¿Entendéis lo que digo? Detalles.

También es cierto que yo es que soy muy de detalles. Pequeños gestos, pequeños guiños, pequeños matices. Las pequeñas cosas son al final las que para mí marcan la diferencia ("la vida crece entre los matices" que dice Maldita Nerea). Galileo es diferente. Galileo es el Templo de la Música con mayúsculas. Y han sido esas pequeñas cosas las que han hecho que, para mí, se desmarque por mucho de todas las demás salas a las que he tenido la suerte de ir.

Y no, la verdad es que esto no es una queja hacía Búho… es sólo una forma de decir que en la parte esa en la que el cantante (Rafa o cualquier otro, porque esa parte se repite siempre) dice “un aplauso para los que trabajan en…” cuando estamos en Galileo yo aplaudo más fuerte y con más ganas. Eso es todo.



Con todos sus matices. Yo siempre me lo pasó muuuy bien en un concierto de Rafa sea donde sea y haya el público que haya. Así que ya estoy esperando el siguiente :)



Próximamente… Luis Ramiro y Marwan en el Teatro Fernán Gómez. Las entradas se sacan aquí, todavía estáis a tiempo (aunque ya van quedando menos ;)


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